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Venezolanos protagonizan “Vuelta del terror” en varias regiones de Chile, mostrando desprecio por la convivencia y generando fuerte rechazo ciudadano

Ilustración pandilla peligrosa en motocicleta Imagen generada con IA. Click para ampliar T
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El 31 de octubre, en plena noche de Halloween, diversos barrios de Santiago, Antofagasta y La Serena vivieron un episodio que desató indignación entre los vecinos: la “Vuelta del Terror”, una rodada masiva de motociclistas, en su mayoría migrantes venezolanos y colombianos, que recorrió las calles con música a alto volumen, sin respetar las leyes de tránsito ni la tranquilidad de los residentes. Este evento, realizado sin permisos ni coordinación con las autoridades, demuestra una falta de respeto hacia las normas de convivencia en Chile.

Puntos claves:

  1. La “Vuelta del Terror”: Una actividad fuera de control
    Lo que en algunos países puede ser una manifestación cultural y festiva, como la rodada en motocicleta durante Halloween, en Chile se convirtió en un acto de irresponsabilidad. La falta de coordinación con las autoridades y la ausencia de permisos fueron claros indicios de que este evento se organizó sin respeto alguno por las normas locales. Más de 300 motocicletas recorrieron la ciudad sin orden ni control, causando molestias e incertidumbre en una comunidad que no esperaba una actividad de esta naturaleza.
  2. Impacto en la comunidad y la falta de respeto a la convivencia ciudadana
    La rodada nocturna no solo fue una muestra de ruido extremo y desconsideración, sino también de infracción flagrante a las normas de tránsito. Los residentes de las zonas afectadas denunciaron la interrupción de su descanso y manifestaron preocupación por la seguridad. Este tipo de comportamientos representa una falta de respeto hacia la comunidad, que no debe soportar acciones irresponsables que rompan con la paz y el bienestar común. Las calles de Chile no están destinadas a actividades que se realicen al margen de la ley y sin considerar la tranquilidad de los ciudadanos.
  3. Normas y permisos: Fundamentos que no pueden ignorarse
    Chile, como cualquier país que respeta la organización y la convivencia, cuenta con normas que regulan la realización de eventos en el espacio público. Este tipo de manifestaciones masivas no solo requiere organización, sino permisos y coordinación con las autoridades. En este caso, la “Vuelta del Terror” ignoró completamente estas regulaciones, creando un caos que pudo haberse evitado si se hubieran seguido los procedimientos correspondientes. Sin estas autorizaciones, no se debe permitir que un evento de tal magnitud ocurra, ya que afecta la calidad de vida de todos los vecinos.
  4. No todos son iguales: La importancia de no generalizar
    Aunque los participantes en su mayoría eran migrantes, no es justo señalar a toda la comunidad venezolana o colombiana por este acto de unos pocos. La mayoría de los migrantes en Chile son respetuosos y trabajan para integrarse en una sociedad que exige respeto por las leyes y normas de convivencia. Sin embargo, las acciones de unos pocos no deben empañar la imagen de toda una comunidad, aunque este tipo de eventos sí dejan en evidencia la importancia de cumplir con las leyes y respetar los espacios comunes.

La “Vuelta del Terror” fue una muestra de desorganización y falta de respeto que generó una reacción de rechazo entre los vecinos y las autoridades. Este evento subraya la importancia de respetar las normativas locales y la necesidad de sancionar actividades que se realicen fuera de la ley y sin permisos. La convivencia en una sociedad organizada requiere no solo del compromiso de los ciudadanos para respetar las normas, sino también de la intervención de las autoridades para regular y controlar este tipo de eventos. Solo así se podrá asegurar un ambiente de respeto mutuo, donde tanto chilenos como migrantes puedan convivir en paz y armonía.