Tras una extensa sesión, la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó este miércoles la reforma previsional, incorporando 104 enmiendas propuestas por el Senado y despachándola para su promulgación. Este hito legislativo marca un cambio estructural en el sistema de pensiones chileno, con la creación de un sistema mixto, aumento en la Pensión Garantizada Universal (PGU) y nuevos mecanismos de ahorro y solidaridad. Sin embargo, la reforma también ha generado críticas desde distintos sectores, incluyendo la industria de AFP y algunos parlamentarios de oposición.
Puntos Claves:
Amplio respaldo parlamentario y proceso legislativo extenso
- Aprobación tras ocho horas de debate: La Cámara de Diputados respaldó la reforma con más de 100 votos afirmativos, superando el quórum calificado de 77 votos.
- Tramitación de más de dos años: La iniciativa fue presentada en noviembre de 2022 por el Gobierno de Gabriel Boric y atravesó un complejo proceso legislativo, incluyendo modificaciones en el Senado y observaciones del Consejo Fiscal Autónomo.
- Se introducen cambios sustanciales al sistema previsional: La reforma establece un modelo mixto, integrando el ahorro individual con un nuevo Seguro Social.
Principales modificaciones al sistema de pensiones
- Aumento de la PGU a $250.000: Se aplicará de manera gradual en un plazo de 30 meses. En los primeros seis meses, accederán los beneficiarios de 82 años o más; a los 18 meses, se incluirá a los de 75 años, y en 30 meses, el beneficio se extenderá a los mayores de 65 años.
- Cotización adicional del 7% a cargo del empleador: Será implementada progresivamente en un período de nueve años. De este porcentaje, 4,5% se destinará a la cuenta individual de los trabajadores, mientras que 2,5% financiará el nuevo Seguro Social para mejorar las pensiones de jubilados actuales y futuros.
- Aporte por Año Cotizado (2,5% del Seguro Social): Se otorgará un beneficio de 0,1 UF mensuales por cada año cotizado, con un tope de 25 años (2,5 UF). Las mujeres con al menos 10 años cotizados podrán acceder al beneficio a partir de 2026, mientras que los hombres deberán acreditar 20 años de cotizaciones para recibirlo. Este aporte busca mejorar las pensiones de quienes han contribuido de manera constante al sistema.
- Compensación de género (parte del 2,5% del Seguro Social): Se introducirá un beneficio adicional para mujeres con menor densidad de cotizaciones debido a interrupciones laborales. Se les otorgará un incremento de 0,25 UF mensuales en su pensión, asegurando que quienes hayan cotizado la misma cantidad de años que un hombre, reciban montos equivalentes al jubilarse.
- Sustitución de multifondos por fondos generacionales: El sistema de inversión cambiará, eliminando los multifondos actuales y adoptando fondos generacionales. Con este modelo, la asignación de riesgo será automática según la edad del afiliado: los más jóvenes tendrán inversiones más riesgosas y rentables, mientras que quienes se acerquen a la jubilación migrarán a carteras más conservadoras.
- Nueva licitación de afiliados: Cada dos años se licitará el 10% de los afiliados actuales de las AFP, asignándolos a la administradora con la comisión más baja. Este mecanismo busca fomentar la competencia y reducir costos de administración para los cotizantes. Además, los nuevos trabajadores serán incorporados automáticamente en la AFP con menor comisión, aunque podrán cambiarse libremente en cualquier momento.
Posturas a favor: oficialismo y sectores de oposición moderada
- Gobierno celebra la reforma: El Presidente Gabriel Boric destacó en cadena nacional que se trata de “un acto de justicia” y que “2,8 millones de pensionados verán incrementos en sus jubilaciones”.
- Diputados del oficialismo valoran el acuerdo: Luis Cuello (PC) señaló que “por fin podemos hablar de seguridad social”, mientras que Diego Ibáñez (FA) afirmó que “esto es una victoria del pueblo de Chile”.
- Sectores de la oposición moderada respaldaron la reforma: Parlamentarios de RN y Evópoli, como Ximena Ossandón y Francisco Undurraga, destacaron la importancia del diálogo y los acuerdos.
Críticas de la industria de AFP y sectores conservadores
- AFP Chile alerta sobre “efectos negativos a largo plazo”: La asociación gremial advirtió que ciertas medidas, como la incorporación de un 1% de reparto y la intervención del IPS, podrían debilitar las pensiones futuras.
- Voces opositoras: Diputados del Partido Republicano rechazaron la reforma y adelantaron posibles reservas de constitucionalidad, señalando que perjudica la propiedad de los fondos y podría afectar la sostenibilidad del sistema.
- Preocupaciones sobre el financiamiento: Críticos argumentan que la solidaridad previsional debería financiarse con impuestos generales y no con cotizaciones laborales, para evitar distorsiones en el mercado laboral.
Próximos pasos y desafíos en la implementación
- Promulgación y gradualidad en la aplicación: El aumento de la PGU comenzará en seis meses, mientras que la cotización del 7% de los empleadores iniciará su implementación en un año.
- Revisión de constitucionalidad: Algunas normas de la reforma serán evaluadas por el Tribunal Constitucional, lo que podría generar ajustes antes de su entrada en vigencia total.
- Sostenibilidad fiscal y ajustes futuros: El Consejo Fiscal Autónomo deberá monitorear la viabilidad financiera del Seguro Social y proponer modificaciones en caso de riesgos de insostenibilidad.
El despacho de la reforma previsional representa un hito en el debate sobre la seguridad social en Chile. Mientras el Gobierno y parte de la oposición celebran la aprobación como un avance en la equidad y sostenibilidad del sistema, sectores empresariales y conservadores advierten sobre eventuales impactos negativos en el ahorro previsional y la inversión. Sin embargo, una parte importante de la ciudadanía manifiesta desconfianza debido a la poca transparencia con la que se dio la discusión, considerando que hasta hace pocas semanas la expectativa general era que el 6% adicional de cotización iría íntegramente a cuentas individuales, sin componente de reparto. Este giro de último minuto ha generado incertidumbre respecto a la dirección real de la reforma. Además, persisten preocupaciones sobre la sostenibilidad del gasto público que implica este nuevo modelo previsional. No son pocos los expertos que advierten que, sin un ajuste fiscal adecuado, la carga económica a largo plazo podría transformarse en un problema serio, comprometiendo las finanzas públicas y la estabilidad del sistema en el futuro.