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Masacre en Siria: más de 1.000 muertos, entre ellos cientos de civiles alauitas, en brutales enfrentamientos y ejecuciones a civiles

Ilustración conflicto belico en siria Imagen generada con IA. Click para ampliar T
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Una escalada de violencia sin precedentes ha sacudido la costa de Siria, dejando más de 1.000 muertos en solo cuatro días, según reportes del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad de la nueva administración y combatientes leales al depuesto presidente Bashar al Assad han desencadenado masacres sectarias, con 745 civiles asesinados, la mayoría de la minoría alauita. Organizaciones internacionales han denunciado ejecuciones sumarias de hombres, mujeres y niños, mientras que el presidente interino Ahmed al Sharaa ha llamado a la calma y ha prometido una investigación.

Puntos Claves:

1. La violencia más grave en Siria desde la caída de Al Assad

  • Más de 1.000 muertos en cuatro días: Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), el conflicto ha dejado 745 civiles asesinados, en su mayoría alauitas, además de 125 miembros de las fuerzas de seguridad y 148 combatientes pro Assad. La cifra total de víctimas asciende a 1.018 muertos en solo cuatro días.
  • Masacres y ejecuciones sumarias: Testimonios e imágenes difundidas por activistas muestran familias enteras ejecutadas en sus hogares. Se ha reportado que hombres armados ingresaron a casas en Latakia, Tartús y Baniyas, disparando indiscriminadamente y dejando cadáveres en las calles.
  • Un trabajador de la ONU entre los fallecidos: La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) confirmó la muerte de uno de sus empleados. Su director, Philippe Lazzarini, expresó su consternación por la situación.

2. ¿Quiénes son las facciones en conflicto?

Desde la caída de Bashar al Assad en diciembre de 2024, Siria se encuentra en un delicado equilibrio de poder. En el actual conflicto participan dos principales facciones:

  • Las fuerzas de la nueva administración siria:
    • Lideradas por Ahmed al Sharaa, el gobierno interino está compuesto mayoritariamente por combatientes islamistas sunitas, muchos de ellos exmiembros del grupo Hayat Tahrir al Sham (HTS), una organización con raíces en Al Qaeda.
    • Aunque se han comprometido a restaurar la estabilidad, han sido acusados de cometer masacres y represalias sectarias contra la minoría alauita. Grupos de derechos humanos han documentado que milicianos del gobierno han irrumpido en aldeas alauitas, ejecutando a hombres y niños en las calles y saqueando viviendas.
    • En muchas localidades, las fuerzas de seguridad han dejado los cuerpos de los asesinados en plazas y carreteras como advertencia.
  • Los combatientes leales a Bashar al Assad:
    • Se trata de exmilitares, oficiales de inteligencia y grupos paramilitares que han resistido el nuevo orden en Siria.
    • Muchos de ellos son alauitas, la misma religión a la que pertenecía el expresidente (es una variación del islam chiita).
    • Están liderados por Suail al Hasan, un antiguo comandante de la fuerza de élite «Al Nemr» (El Tigre), que sigue resistiendo en enclaves de la costa siria.
    • Estos grupos han atacado puestos de control de las nuevas autoridades, lo que desató la violenta respuesta del gobierno de transición.

3. Civiles atrapados en el fuego cruzado

  • Ataques contra la población alauita: Testigos afirman que grupos armados afiliados a la nueva administración han atacado aldeas de mayoría alauita, ejecutando a hombres en las calles y arrasando viviendas. En Baniyas y Latakia, cientos de familias han huido hacia la base militar rusa en Hmeimim en busca de refugio.
  • Hospitales y ambulancias bajo ataque: Se reportaron seis hospitales atacados en Latakia y Tartús, además de ambulancias interceptadas y destruidas mientras intentaban evacuar heridos.
  • Denuncias de violaciones a los derechos humanos: Naciones Unidas y otras organizaciones han exigido una investigación urgente sobre las ejecuciones sumarias y asesinatos de civiles desarmados. La ONU denunció que familias enteras han sido asesinadas y que cuerpos fueron arrojados al mar o enterrados en fosas comunes.

4. Reacciones y medidas del gobierno interino

  • Ahmed al Sharaa llama a la calma: En un discurso desde Damasco, el presidente interino aseguró que la situación era «un desafío esperado» y apeló a la unidad nacional. Sin embargo, no se refirió directamente a las denuncias de ejecuciones masivas.
  • Juicios militares para los responsables: El Ministerio de Defensa anunció la creación de un «comité de emergencia» para investigar abusos durante las operaciones militares y llevar a los culpables ante tribunales militares. Sin embargo, grupos de derechos humanos acusan al gobierno de no reconocer la magnitud de las masacres.
  • Toque de queda y operativos de rastreo: Se ha extendido el toque de queda en Latakia y Tartús, mientras las fuerzas de seguridad buscan insurgentes del antiguo régimen en áreas rurales.

5. Respuesta internacional y tensiones regionales

  • Estados Unidos culpa a “terroristas islamistas radicales”: El secretario de Estado Marco Rubio condenó la violencia y responsabilizó a «grupos islamistas radicales» de las masacres, en referencia a las fuerzas de la nueva administración siria, dominadas por excombatientes de HTS.
  • La ONU y la Liga Árabe exigen una investigación: Organismos internacionales han pedido que se esclarezcan los asesinatos de civiles y que se garantice la seguridad de la población.
  • Temor a una guerra regional: Turquía, Irak e Irán observan la crisis con preocupación. Israel ha reforzado su seguridad en los Altos del Golán, temiendo que la inestabilidad en Siria fortalezca a grupos extremistas en la región.
  • Rusia da refugio a partidarios de Al Assad: Según reportes, Moscú ha protegido a exfuncionarios del antiguo régimen, lo que podría tensar aún más la situación en Siria.
En redes sociales se reportan ataques a todo tipo de minorías, incluyendo a cristianos. En redes sociales también circulan muchos videos de ejecuciones y humillaciones a civiles desarmados

Siria enfrenta una de sus peores crisis desde el inicio de la guerra civil en 2011. Lejos de consolidar la estabilidad, el gobierno de transición ha desatado una brutal campaña de violencia sectaria, ejecutando a cientos de civiles alauitas de manera indiscriminada. Las masacres documentadas por organizaciones de derechos humanos exponen una falta total de control y ética en las nuevas autoridades, que han permitido o incluso promovido represalias masivas contra una comunidad entera. La masacre de civiles indefensos marca un punto de no retorno, dejando al país en manos de un liderazgo que ya carga con crímenes de guerra antes de establecerse formalmente. La comunidad internacional exige justicia, pero la confianza en este nuevo gobierno se desmorona rápidamente, mientras Siria se hunde aún más en el caos y la barbarie.