Un memorando reciente del FBI (publicado por New York Times), presentado por el gobierno de Donald Trump ante un juez federal, acusa a figuras clave del régimen de Nicolás Maduro de usar al Tren de Aragua para ejecutar operaciones violentas en países como Chile, Ecuador y Estados Unidos. El informe ha sido duramente cuestionado por otras agencias de inteligencia norteamericanas, que consideran inverosímiles las pruebas presentadas.
Puntos Claves:
- Acusaciones del FBI contra altos funcionarios venezolanos:
Un memorando del FBI sostiene que “algunos funcionarios del gobierno venezolano probablemente utilicen a miembros del Tren de Aragua como agentes del régimen de Maduro en un esfuerzo por desestabilizar a Chile, Ecuador, Perú, Colombia y Estados Unidos”. Entre los señalados están la vicepresidenta Delcy Rodríguez y el canciller Diosdado Cabello. - Presunta planificación de ataques en Sudamérica:
Según el documento, Delcy Rodríguez habría trabajado con personas de nacionalidad siria y cubana en Caracas para implementar un plan que incluiría al Tren de Aragua como fuerza intermediaria en actos de desestabilización. En tanto, Cabello habría colaborado con el Tren de Aragua y el Cártel Jalisco Nueva Generación para planear ataques violentos en países como Chile y Ecuador, incluyendo supuestos atentados contra congresistas ecuatorianos. - Migración como herramienta de infiltración:
El FBI estima que funcionarios venezolanos estarían facilitando la migración de miembros del Tren de Aragua hacia Estados Unidos para actuar como agentes del régimen y amenazar a disidentes venezolanos en el exilio. La agencia advierte que estas acciones podrían intensificarse en los próximos 6 a 18 meses, generando inseguridad pública y afectando la confianza en las fuerzas de seguridad extranjeras. - Ejemplo emblemático: el caso de Ronald Ojeda:
El informe cita el secuestro y homicidio del exteniente venezolano Ronald Ojeda, ocurrido en febrero de 2024 en Santiago de Chile. La investigación liderada por el fiscal Héctor Barros sostiene que el crimen habría sido ejecutado por al menos cuatro miembros del Tren de Aragua. Ojeda había sido acusado por el régimen de Maduro de conspirar para asesinar al mandatario venezolano, y su asesinato ha sido interpretado como una represalia política. - División en la inteligencia estadounidense:
A pesar de las acusaciones del FBI, la mayoría de las agencias de inteligencia de EE.UU., como la CIA y la Agencia de Seguridad Nacional, han cuestionado la validez del memorando. Consideran que las pruebas son poco creíbles y basadas en testimonios de siete fuentes, entre ellas migrantes detenidos que podrían estar motivados a colaborar para mejorar su situación legal. - Evaluaciones contradictorias y contexto político:
El Consejo Nacional de Inteligencia ha elaborado al menos dos memorandos señalando que el régimen de Maduro probablemente no tiene control ni coordina operaciones del Tren de Aragua. Sin embargo, el gobierno de Trump ha usado el informe del FBI como base para invocar la Ley de Enemigos Extranjeros y justificar la deportación sumaria de migrantes venezolanos, política que ha sido bloqueada por tribunales. - Acusaciones de manipulación de inteligencia bajo el gobierno de Trump:
Según reportajes de The New York Times, altos funcionarios habrían intentado presionar para modificar evaluaciones de inteligencia que contradecían la narrativa del FBI. Incluso se menciona el despido de Michael Collins, entonces jefe del Consejo Nacional de Inteligencia, por resistirse a reescribir conclusiones que negaban la conexión del gobierno de Maduro con el Tren de Aragua.
A pesar de la gravedad de las acusaciones del FBI, el propio memorando admite que su nivel de confianza en la información es “medio” y que se estaba evaluando reducirlo aún más debido a la debilidad de las fuentes. Esta disputa refleja no solo las tensiones dentro del aparato de inteligencia estadounidense, sino también el complejo panorama político que rodea a la migración, la seguridad hemisférica y las estrategias electorales en EE.UU.
El caso del exteniente Ronald Ojeda sigue siendo un símbolo de las tensiones diplomáticas entre Chile y Venezuela, y pone en evidencia cómo organizaciones criminales transnacionales como el Tren de Aragua pueden ser instrumentalizadas o convertirse en elementos de disputa política internacional. Las víctimas, en este contexto, siguen siendo quienes buscan refugio y seguridad lejos de regímenes autoritarios y conflictos armados.