Contadores de Vitacura modus operandi bajo el exalcalde Torrealba: sobres con dinero, préstamos personales y fraude con boletas
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En una compleja investigación por corrupción en la Municipalidad de Vitacura, dos excontadores que participaron del esquema delictivo bajo la administración de Raúl Torrealba (RN) pactaron un juicio abreviado tras colaborar con la fiscalía. Los funcionarios detallaron cómo se desviaron millonarios recursos públicos mediante sobres con dinero, préstamos personales y boletas falsas, en una red que involucró a cercanos al exalcalde y que operó por años con prácticas sistemáticas y encubiertas.
Puntos Claves:
- Excontadores rompen el silencio y pactan juicio abreviado:
Augusto Silva Silva y Arnaldo Cañas González, excontadores de la Municipalidad de Vitacura, acordaron con la Fiscalía someterse a un procedimiento abreviado en la causa por corrupción que involucra al exalcalde Raúl Torrealba y a parte de su círculo cercano. - Modus operandi revelado:
Ambos profesionales relataron con detalle cómo operaba el esquema de desvío de fondos, que incluía:- Retiros de dinero en efectivo desde una caja fuerte.
- Entrega mensual de sobres con montos entre $5 y $20 millones.
- Uso de boletas de honorarios falsas emitidas por familiares y amigos.
- Presión para conseguir préstamos personales con el fin de solventar déficits de los programas municipales.
- Red interna de colaboradores:
Según los testimonios, el fraude fue ejecutado por una red que operaba desde el interior del municipio, integrada por:- Domingo Prieto Urrejola, encargado de los programas Vita.
- Antonia Larraín Prieto, exdirectora de Desarrollo Comunitario.
- Renato Sepúlveda Nebel, brazo derecho de Torrealba y uno de los fundadores de RN.
- Testimonios directos y contundentes:
Arnaldo Cañas relató cómo fue presionado desde 2016 para conseguir recursos personales, arrastrando a familiares en la emisión de boletas falsas. Dijo haber entregado sobres con efectivo personalmente a Prieto y Sepúlveda, y en ocasiones, directamente en el cuarto piso del edificio municipal, frente a la oficina del alcalde.
“En una oportunidad, Antonia [Larraín] me dijo que subiera con los sobres al cuarto piso (…). Nos juntamos en el pasillo, le entregué los sobres y, acto seguido, ella entró a la oficina del alcalde (…) agradeciéndome la gestión”. - Sobres opacos para ocultar el contenido:
Augusto Silva explicó que los sobres debían prepararse cuidadosamente para evitar que se viera su contenido:
“(La plata) debía ser entregada envuelta por una hoja blanca y al interior de un sobre de papel, con la finalidad de que no se trasluciera”. - Cajas fuertes y cheques en efectivo:
Silva también indicó que en 2011 y 2012 cobró cheques y entregó el dinero en sobres cerrados con cinta adhesiva a Domingo Prieto, a veces directamente, y otras dejándolos en una caja fuerte en su oficina del segundo piso. - Impacto personal y presión constante:
Cañas reveló que la presión llegó a tal nivel que afectó su salud física y mental, mencionando episodios de desmayos en la vía pública y sospechas médicas de un tumor cerebral, mientras debía continuar cumpliendo las exigencias económicas de sus superiores. - Colaboración determinante en la investigación:
El abogado de ambos excontadores, Marcos Contreras, subrayó que sus representados no se beneficiaron económicamente, sino que incluso aportaron recursos propios.
“Fueron quienes permitieron establecer en la investigación los detalles que hoy se conocen”. - Audiencia programada:
El Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago fijó para el 22 de mayo de 2025 a las 11:00 horas la audiencia para formalizar el juicio abreviado solicitado por la fiscalía.
Los relatos de Silva y Cañas han sido clave para desentrañar un esquema de corrupción que por años desvió fondos municipales destinados a programas comunitarios. A diferencia de otros involucrados, los contadores aseguran no haber recibido beneficios personales y decidieron colaborar para cerrar este capítulo. Sus testimonios ponen al descubierto la profundidad de las prácticas irregulares dentro del municipio de Vitacura, bajo una administración que operaba con total impunidad y redes internas de protección.
