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Informe final de la Comisión para la Paz: Propuestas, tensiones y desafíos tras entrega al Presidente Boric

Ilustración encapuchado mapuche celebrando Imagen generada con IA. Click para ampliar T
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Este martes, el Presidente Gabriel Boric recibió oficialmente el informe final de la Comisión para la Paz y el Entendimiento, una instancia compuesta por ocho comisionados —cuatro mapuches y cuatro no mapuches— que durante casi dos años trabajó para elaborar un conjunto de propuestas orientadas a resolver el prolongado conflicto entre el Estado de Chile y el pueblo mapuche. El documento, que contiene 21 recomendaciones agrupadas en cinco ejes, fue entregado en medio de gestos de esperanza, críticas y falta de unanimidad entre los integrantes.

Puntos Claves:

  • Entrega oficial al Presidente Boric: Este martes 6 de mayo, la Comisión para la Paz y el Entendimiento entregó su informe final al Presidente Gabriel Boric en una ceremonia formal en La Moneda. El Mandatario agradeció el trabajo realizado y destacó que lo analizará durante su viaje al sudeste asiático, comprometiéndose a dar una respuesta en las próximas semanas.
  • Composición y trabajo de la comisión: La instancia fue integrada por ocho comisionados (cuatro mapuches y cuatro no mapuches) y co-presidida por el exministro Alfredo Moreno y el senador Francisco Huenchumilla. Trabajaron de forma voluntaria durante dos años, reuniéndose semanalmente y recogiendo insumos de más de 5.000 personas a través de 146 audiencias, 55 sesiones oficiales, 177 encuentros territoriales y múltiples mecanismos digitales.
  • Contenido del informe y ejes propuestos: El informe final contiene 21 recomendaciones agrupadas en cinco ejes:
    • Justicia y reconocimiento.
    • Reparación a las víctimas.
    • Tierras.
    • Desarrollo territorial.
    • Garantías para la implementación.
      Entre las medidas más destacadas se incluye la propuesta de una reforma constitucional para reconocer a los pueblos indígenas como preexistentes al Estado, la creación de un nuevo órgano coordinador de política indígena, y un fondo financiero de 4.000 millones de USD para reparar tierras.
  • Reforma del sistema de tierras: Se propone reemplazar el actual sistema por uno más ágil, transparente y compatible con el Convenio 169 de la OIT. La creación de una Agencia de Reparación permitiría evitar conflictos mediante la adquisición planificada y legal de predios, y se sugiere establecer un Tribunal Arbitral autónomo para resolver disputas de tierras.
  • Ley de reparación integral a víctimas: La comisión recomienda una ley que beneficie a todas las víctimas del conflicto —mapuches y no mapuches— afectadas por actos de violencia rural o terrorismo, con medidas que incluyan indemnización, rehabilitación y garantías de no repetición.
  • Participación de la industria forestal: El informe incluye un nuevo marco de cooperación con la industria forestal, dividida en dos fases. Esta se compromete a responder a demandas por tierras de su propiedad tanto bajo la legislación actual como futura, una vez implementado el nuevo sistema.
  • Perspectivas económicas y desarrollo regional: La comisión propone una estrategia de desarrollo territorial con enfoque público-privado en sectores como agricultura, turismo y agroindustria, en respuesta a los altos niveles de pobreza y rezago en regiones como La Araucanía y Arauco.
  • Críticas y falta de unanimidad: El informe fue aprobado por siete de los ocho comisionados. La falta de consenso total ha generado cuestionamientos. Alfredo Moreno reconoció esta tensión pero defendió el valor del acuerdo, señalando que «no podemos seguir ignorando esta realidad como país».
  • Reacciones divididas del mundo político y social:
    • Manuel José Ossandón (RN): “Esto es una bisagra que nos abre una puerta de esperanza”.
    • Antonio Walker (SNA): Lamentó que no todos los agricultores estuvieran plenamente conformes, pero valoró los avances.
    • Susana Jiménez (CPC): Destacó la importancia del diálogo y la necesidad de enfocar el análisis en los puntos de consenso.
    • Héctor Llaitul (CAM): Desde prisión, criticó duramente el informe, calificándolo como “una farsa” al servicio del empresariado y la gobernanza neoliberal.
  • Llamado del senador Huenchumilla: El ex co-presidente de la comisión instó al mundo político a actuar con “tolerancia y responsabilidad”, indicando que el éxito del informe está ahora en manos de quienes conducen el Estado.
  • Un acuerdo perfectible, pero realizable: Alfredo Moreno defendió la viabilidad de las propuestas. “Lo que hoy presentamos no es un simple ajuste, es un cambio profundo en la forma de entender y abordar este desafío histórico”, aseguró, destacando que la comisión fue capaz de generar consenso entre personas con visiones políticas y vivencias contrapuestas.
  • Desafíos para la implementación: Aunque el documento genera esperanzas, su ejecución dependerá del respaldo político transversal, la voluntad de los poderes públicos, y la capacidad del Estado de coordinar acciones concretas en un entorno históricamente conflictivo y polarizado.

El informe representa un intento serio de dar un nuevo enfoque a uno de los conflictos más antiguos y dolorosos del país. Su implementación requerirá no solo recursos y legislación, sino también voluntad política, consenso social y empatía con las múltiples realidades del sur de Chile. La falta de unanimidad y la crítica de sectores más radicales dejan claro que el camino no está libre de obstáculos, pero también que el proceso de diálogo y reconocimiento es ya, en sí mismo, un avance significativo.