Durante una agitada jornada legislativa, el ministro de Seguridad Luis Cordero debió retractarse públicamente luego de una airada discusión con diputados oficialistas, quienes cuestionaron duramente su manejo político del proyecto de Reglas de Uso de la Fuerza (RUF). El Gobierno, en medio de una creciente descoordinación interna, optó por retirar la urgencia de la iniciativa en un intento por recomponer el diálogo.
Puntos Claves:
- Grave impasse entre el ministro Cordero y diputados oficialistas: El martes por la noche, tras una sesión sobre la situación del Estadio Monumental, el ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, protagonizó un tenso intercambio con el diputado Jaime Araya (independiente-PPD). Cordero acusó haber sido víctima de una “encerrona” por parte de parlamentarios oficialistas, quienes le reprocharon su falta de claridad y diálogo en la tramitación del proyecto sobre Reglas de Uso de la Fuerza (RUF).
- Disculpas públicas en el hemiciclo: Durante la sesión del miércoles, el secretario de Estado reconoció su error y ofreció disculpas públicas. “Dado que yo me referí de modo impropio a esa manera, que califiqué como sorpresiva o ‘encerrona’, me parece razonable que yo exprese mis excusas públicamente ante esta honorable Cámara”, señaló. Su gesto fue recibido con aplausos y comentarios favorables desde distintas bancadas, aunque no disipó el fondo del conflicto.
- Diputados oficialistas cuestionan liderazgo de Cordero: Parlamentarios como Maite Orsini (Frente Amplio), Raúl Leiva (PS), Alejandra Placencia (PC) y Lorena Fries (Frente Amplio), manifestaron su molestia por la falta de definición del Ejecutivo respecto al contenido del proyecto. En palabras de Orsini: “Lo que vimos fue una exposición sobre cómo había sido la tramitación en el Senado, pero no se nos aclaró cuál era la posición del Ejecutivo”.
- Gobierno retira la urgencia del proyecto RUF: Ante el desorden político interno, el Ejecutivo optó por retirar la suma urgencia del proyecto con el objetivo de abrir espacio para la reflexión y recomponer las conversaciones con los diputados del oficialismo. El propio Cordero reconoció que “una abstención de esas características supone una duda razonable de todos los diputados y diputadas presentes”.
- Abstenciones masivas y desconcierto en la Comisión de Seguridad: El martes, la Comisión de Seguridad de la Cámara revisó el informe del Senado sobre las RUF. El resultado fue contundente: un voto en contra, 11 abstenciones y ningún voto a favor. El diputado Jaime Araya expresó su frustración: “Hemos quedado literalmente en el aire respecto de cuál es la posición del Gobierno, sin ningún tipo de trabajo prelegislativo o diálogo mínimo”.
- Reuniones de emergencia en La Moneda: Tras la discusión en el hemiciclo, Cordero sostuvo una reunión de urgencia junto a la ministra de la Secretaría General de la Presidencia, Macarena Lobos, y el ministro del Interior, Álvaro Elizalde. La cita buscaba aplacar el conflicto y redirigir la estrategia legislativa frente al inminente debate en Sala.
- Riesgo de veto presidencial si no se logra consenso: El futuro del proyecto RUF sigue siendo incierto. De no obtener un respaldo suficiente en la próxima votación en la Cámara, se evalúa recurrir a un veto presidencial. La iniciativa es considerada clave en el marco del debate sobre seguridad pública, pero el Ejecutivo enfrenta crecientes críticas incluso desde sus propias filas.
- Oposición también cuestiona el proyecto: Desde Chile Vamos, el diputado Andrés Longton (RN) sostuvo que el texto actual no ofrece claridad ni otorga confianza a las policías. “Mientras no tengamos un proyecto que tenga claridad, precisión, sin ambigüedades, tenemos que darnos otra instancia”, advirtió.
- Araya da por cerrado el conflicto, pero exige mayor coordinación: El diputado Jaime Araya valoró las disculpas del ministro, aunque insistió en que la falta de definición del Gobierno fue grave. “Creo que hoy lo importante es poner foco en la discusión y tramitación legislativa, y lo que ocurrió ayer ha sido absolutamente superado”, afirmó.
La crisis política en torno a las Reglas de Uso de la Fuerza revela no solo un problema de gestión legislativa, sino también profundas fisuras en la articulación interna del oficialismo. Las tensiones entre el Ejecutivo y sus parlamentarios dejaron al descubierto la falta de preparación y coordinación en temas de alta sensibilidad, como la seguridad pública.
Aunque el ministro Cordero ofreció disculpas, el episodio minó su credibilidad como articulador político en un área clave. En un contexto donde la ciudadanía exige respuestas firmes y consensos amplios, la desprolijidad del Gobierno solo agudiza el desconcierto y pone en riesgo la viabilidad del proyecto. La rectificación llega tarde, y con un costo político que aún está por medirse.