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Landerretche remueve el tablero político: críticas al Frente Amplio, defensa de la centroizquierda y llamado a la responsabilidad democrática

Ilustracion comica Landerretche verdades incomodas Imagen generada con IA. Click para ampliar T
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Óscar Landerretche, economista y académico de la Universidad de Chile, ha irrumpido con fuerza en el debate político tras un conjunto de declaraciones que han incomodado al oficialismo, removido al Frente Amplio y reabierto el debate sobre el futuro del progresismo chileno. A pesar de su cercanía con Carolina Tohá, candidata del Socialismo Democrático, sus opiniones han sido expresadas de forma independiente, lo que ha llevado a múltiples voceros de la izquierda a marcar distancia. Con una visión crítica y lúcida, Landerretche ha cuestionado la madurez del Frente Amplio, ha puesto en duda su compromiso democrático en caso de perder el poder, y ha reiterado la necesidad de reconstruir un proyecto político serio, al estilo de la antigua Concertación.

Puntos Claves:

  • Un progresismo con sustancia, no con filtros de redes sociales: Óscar Landerretche ha reafirmado su apoyo a Carolina Tohá (PPD), señalando que su candidatura representa una oportunidad para reconstruir un proyecto de centroizquierda “socialdemócrata y progresista de verdad”. Según el economista, “la manera es hacer que le vaya lo mejor posible a la candidatura de Carolina Tohá”, advirtiendo que si ella no logra ser la carta presidencial, puede producirse “una derrota muy sustantiva” tanto a nivel presidencial como parlamentario.
  • Crítica al Frente Amplio y diferencias con el PC: Landerretche marcó un claro distanciamiento con los sectores más a la izquierda del oficialismo, como el Partido Comunista y el Frente Amplio, asegurando que existen “diferencias de fondo” con ellos, y no meras divergencias performáticas. “Me cuesta identificar el proyecto del FA como uno socialdemócrata y creo que ellos mismos dirían que no”, afirmó. Esta definición no solo delimita su posicionamiento político, sino que también plantea dudas sobre la coherencia programática del bloque oficialista.
  • Advertencia ante un eventual gobierno de derecha: Una de las declaraciones más comentadas fue su llamado al Frente Amplio a actuar con responsabilidad democrática si pierde el poder. “Me gustaría que, si hay un gobierno de derecha, traten de no derribarlo (…) Convertir el país en un maldito infierno (…), quemar iglesias. ¿Estoy convencido de que eso no va a ocurrir? No, no estoy convencido”. Con esta frase, el economista aludió al riesgo de que sectores radicalizados recurran a la violencia o la desestabilización institucional en caso de una alternancia en el poder.
  • Cuestionamientos al presidente Boric: Landerretche también expresó dudas sobre la autenticidad del cambio en la postura del mandatario, asegurando que “cuando alguien se comporta de una manera por 15, 17 años y después por dos se comporta de otra manera, está bien, es un avance, pero quiero ver”. A su juicio, hay una diferencia entre las convicciones reales de un político y lo que le conviene decir públicamente, lo que genera incertidumbre sobre el futuro liderazgo del Presidente fuera de La Moneda.
  • Respuesta desde el FA: molestia, pero sin autocrítica: Las palabras de Landerretche provocaron una inmediata reacción del Frente Amplio. La presidenta del bloque, Constanza Martínez, emplazó públicamente a Carolina Tohá: “Carolina, ¿con estas personas en tu comando vamos a construir unidad? El silencio otorga”. También figuras como Gonzalo Winter y Gael Yeomans cuestionaron su permanencia en la campaña. En sus declaraciones, evitaron refutar con argumentos el fondo de las críticas, optando por responder con llamados genéricos a la unidad.
  • El comando de Tohá marca distancia, pero agradece su apoyo: Frente a la polémica, la jefa de campaña de Tohá, Pía Mundaca, aclaró que Landerretche “no es vocero del comando ni ha ingresado en ningún cargo formal”, aunque agradeció su respaldo. Esta aclaración no detuvo los cuestionamientos de otras candidaturas, que vieron en sus palabras una amenaza a la narrativa de unidad progresista, especialmente desde el comando de Jeannette Jara (PC) y Jaime Mulet.
  • Un debate que desnuda las tensiones del oficialismo: Las declaraciones del economista pusieron en evidencia las profundas fracturas dentro del pacto oficialista Unidad por Chile. Mientras desde el Frente Amplio se acusa a Landerretche de “degradar la política” con su lenguaje, otros sectores acusan a los aludidos de evitar un debate honesto sobre el rol del progresismo y sus responsabilidades frente a una eventual derrota electoral.
  • Landerretche no se retracta y mantiene su escepticismo: A pesar de la controversia, el economista ha insistido en que sus opiniones son personales y que su motivación es “reconstruir una centroizquierda fuerte, sin disfraces ni eslóganes vacíos”. Al remarcar que no se siente obligado a respaldar a candidatos con quienes tiene diferencias de fondo, refuerza la idea de que la unidad no puede construirse en base a silencios ni compromisos automáticos.
  • El desafío para Tohá y el Socialismo Democrático: Mientras la candidata Carolina Tohá ha optado por no pronunciarse directamente, el episodio deja en evidencia la dificultad de sostener un proyecto de centroizquierda sin enfrentar de manera explícita las tensiones ideológicas con el FA y el PC. El dilema de fondo que plantea Landerretche es si el progresismo chileno está dispuesto a reformularse con seriedad o si seguirá atrapado en fórmulas que ya no convocan ni convencen.
Video real obtenido de Redes Sociales/Fuentes externas
Video real obtenido de Redes Sociales/Fuentes externas

El episodio protagonizado por Óscar Landerretche es mucho más que una polémica pasajera: ha reabierto el debate sobre la identidad y el rumbo del progresismo chileno. Su defensa de una centroizquierda socialdemócrata, lúcida y realista, contrasta con un Frente Amplio que responde con indignación pero sin autocrítica, y con una izquierda que parece más preocupada por las formas que por el fondo. Frente a la posibilidad de que la derecha acceda al poder, su llamado a no dinamitar la convivencia democrática revela un compromiso institucional que, paradójicamente, muchos de sus detractores no parecen compartir.

En un panorama donde el debate político muchas veces se reduce a frases de redes sociales, Landerretche aporta una voz incómoda, pero necesaria. Sus cuestionamientos desafían a todos los sectores a pensar más allá de la consigna fácil, y a preguntarse si realmente están dispuestos a convivir en democracia, incluso cuando les toca perder.