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Los secuaces de Manuel Monsalve: Ilse Sepúlveda, Roberto Aguín y Camilo Araneda abandonan La Moneda tras escándalos de abuso de poder, actos matonescos y sueldos millonarios

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El caso que involucra al exsubsecretario del Interior Manuel Monsalve sigue revelando nuevos capítulos de abuso de poder y redes de influencia dentro del Gobierno. Tres de sus colaboradores más cercanos, señalados por su participación en actos cuestionables y por gozar de millonarias remuneraciones, están abandonando La Moneda en medio de un profundo escrutinio público. Aquí detallamos los antecedentes de Ilse Sepúlveda, Roberto Aguín y Camilo Araneda, quienes protagonizan este polémico episodio.

Puntos claves:

  1. Ilse Sepúlveda: intimidación y advertencias a la víctima
    La periodista Ilse Sepúlveda, quien ingresó a la Subsecretaría del Interior en 2022 y recientemente trabajaba en el área de Ciberseguridad, ha sido acusada de amedrentar a la víctima que denunció a Monsalve por violación. Según el testimonio de la denunciante, Sepúlveda le advirtió sobre posibles represalias, incluyendo riesgos físicos para ella y su familia, como “atropellos”.
    Además de estas declaraciones, la funcionaria percibía un sueldo cercano a los 5 millones de pesos mensuales, lo que ha generado indignación en la opinión pública. Aunque el gobierno ha aclarado que permanecerá en su cargo hasta que se resuelva judicialmente su situación, su reputación está gravemente dañada.
  2. Roberto Aguín: logística y lealtad cuestionadas
    Roberto Aguín, miembro de la División de Modernización Policial, es señalado como uno de los amigos más cercanos de Monsalve y pieza clave en su red de apoyo. Aguín incluso se desplazó hasta Viña del Mar para entregar al exsubsecretario ropa, alimentos y otros artículos, tras el inicio del caso. Este acto resulta altamente cuestionable, ya que, como funcionario público, continuaba brindando apoyo a un exministro que enfrentaba graves acusaciones.
    Su estrecha relación con Monsalve y su sueldo de 5 millones de pesos lo han puesto en la mira, especialmente por las sospechas de que podría haber participado en intentos de encubrimiento. Fuentes gubernamentales han confirmado que no se le renovará su contrato en 2025, marcando su salida inminente del equipo.
  3. Camilo Araneda: vínculos con el Frente Amplio y Boric
    El sociólogo Camilo Araneda, funcionario de la División de Gobierno Interior, también ha sido mencionado por la denunciante como uno de los primeros en conocer los hechos de abuso. Aunque inicialmente brindó apoyo emocional, su rol ha sido objeto de críticas debido a su proximidad con el presidente Gabriel Boric y el Frente Amplio.
    Araneda tiene un pasado controversial, con observaciones financieras durante su gestión en Convergencia Social y una suspensión de militancia que marcó su distanciamiento político. A pesar de ello, permanece en el gobierno, y su continuidad no ha sido oficialmente cuestionada.
  4. Actos matonescos y redes de influencia
    Además de las acciones individuales de Sepúlveda, Aguín y Araneda, los actos de intimidación hacia la víctima y su familia han sido una constante en este caso. Desde advertencias sobre riesgos físicos hasta maniobras para evitar que la denuncia se formalizara, los testimonios revelan un patrón de encubrimiento y abuso de poder dentro del círculo de confianza de Monsalve.
  5. Renuncias en cascada y sumario administrativo
    La salida de Monsalve del gobierno el 17 de octubre desencadenó una serie de renuncias de sus colaboradores más cercanos, incluyendo a Diego Bustamante y Gabriel de la Fuente. Además, la ministra del Interior, Carolina Tohá, anunció la apertura de un sumario interno para determinar las responsabilidades de los involucrados. Contraloría también investiga los hechos.

El escándalo de Manuel Monsalve no solo ha puesto en evidencia las prácticas cuestionables de su círculo más cercano, sino que también ha destapado serias deficiencias en la supervisión de funcionarios públicos. Los casos de Ilse Sepúlveda, Roberto Aguín y Camilo Araneda son un reflejo de cómo el abuso de poder puede persistir cuando las instituciones no actúan con firmeza. La salida de estos funcionarios de La Moneda es un paso importante, pero aún queda mucho por hacer para garantizar justicia y transparencia.