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Se filtra declaración de Boric a fiscales: Monsalve y la denunciante “despertaron en la misma cama” mientras crecen dudas sobre si el presidente siempre lo supo todo

Ilustración presidente chileno dándole la mano a médico de la peste Imagen generada con IA. Click para ampliar T
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El presidente Gabriel Boric entregó su declaración voluntaria a la Fiscalía en el marco de la denuncia de violación contra el exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve. Aunque el mandatario afirmó haber actuado con diligencia, su relato, publicado por The Clinic, sugiere que desde un inicio tuvo conocimiento de detalles que apuntaban a una posible violación. Las decisiones y omisiones posteriores han levantado serias dudas sobre si el presidente actuó conforme a sus obligaciones legales o, por el contrario, permitió el encubrimiento de un delito de extrema gravedad.

Puntos claves de la declaración de Boric a Fiscales y posibles implicancias legales

  1. La frase de la cama y la gravedad de lo relatado
    Boric admitió que en su conversación con Monsalve el 15 de octubre, este le confesó que él y la denunciante “despertaron en la misma cama” tras consumir alcohol y no recordar nada de lo sucedido. Este relato contiene elementos claros que podrían ser constitutivos de violación, como la incapacidad de consentir por parte de ambos. A pesar de ello, Boric no actuó de inmediato para separar a Monsalve del cargo ni denunció los hechos ante la Fiscalía, lo que podría considerarse como incumplimiento del deber de denuncia exigido por el Código Penal chileno.
  2. Posible encubrimiento: una decisión que genera dudas
    La tardanza en solicitar la renuncia de Monsalve, dos días después de conocer la denuncia y su contexto, podría interpretarse como una maniobra para proteger al exsubsecretario o minimizar el impacto público del caso. El hecho de que Monsalve permaneciera en su cargo durante este tiempo genera cuestionamientos sobre si Boric priorizó la imagen institucional sobre la protección de la víctima y el deber de colaborar con la justicia.
  3. Revisión de cámaras y abuso de poder
    Monsalve admitió haber gestionado la revisión de cámaras del hotel con apoyo de la PDI, un acto que podría constituir una infracción a la Ley de Inteligencia por el uso indebido de recursos públicos. Aunque Boric tuvo conocimiento de este hecho, no se evidencia en su declaración que haya instruido una investigación ni denunciado esta posible irregularidad. La omisión de reportar un abuso de poder también podría ser objeto de análisis penal.
  4. Uso de La Moneda para minimizar el impacto
    El presidente permitió que Monsalve anunciara su renuncia desde La Moneda, un lugar que simboliza el poder y la autoridad del Gobierno. Aunque le indicó que no abordara el caso públicamente, esta decisión ha sido ampliamente criticada, ya que pudo interpretarse como un intento de restar seriedad a las acusaciones y desvincular al Gobierno de su responsabilidad frente a las mismas.
  5. Actuar tardío y cuestionamientos sobre probidad
    A pesar de conocer desde el primer día detalles que sugerían un posible delito, Boric no denunció de inmediato los hechos ni tomó medidas claras para garantizar que Monsalve enfrentara la justicia. La decisión de iniciar un sumario administrativo previo a la renuncia podría percibirse como un intento de proteger al acusado antes que de esclarecer la verdad, lo que va en contra de los principios de transparencia y probidad exigidos a los altos funcionarios públicos. Además, un sumario administrativo no se corresponde con la gravedad de las faltas o delitos de Monsalve.
  6. El deber de denuncia y sus implicancias legales
    Según el Código Penal chileno, los funcionarios públicos están obligados a denunciar cualquier acto que pueda ser constitutivo de delito. La declaración de Boric sugiere que tuvo desde el inicio razones suficientes para sospechar de una posible violación, pero no cumplió con este deber. Si se confirma esta omisión, podría enfrentar cuestionamientos legales por no actuar conforme a sus responsabilidades.

El caso Monsalve no solo pone en tela de juicio la actuación del exsubsecretario, sino también la del presidente Gabriel Boric. Su conocimiento temprano de detalles clave, como la frase de la cama, plantea dudas graves sobre si actuó con la urgencia y responsabilidad necesarias ante una denuncia de esta magnitud.

Permitir que Monsalve permaneciera en el cargo durante dos días, mientras se realizaban gestiones administrativas y se tomaban decisiones que aparentemente priorizaban la imagen gubernamental, podría ser interpretado como una forma de encubrimiento. Además, la falta de denuncia inmediata, pese a tener indicios claros de un posible delito, agrava las sospechas sobre el actuar presidencial.

Es crucial que la Fiscalía investigue no solo las acciones de Monsalve, sino también las decisiones y omisiones del presidente Boric y su gabinete en este caso. La ciudadanía exige respuestas claras y acciones contundentes que demuestren que el compromiso con la justicia y la probidad está por encima de los intereses políticos. Cualquier señal de encubrimiento o negligencia no solo comprometería al mandatario, sino también la credibilidad de las instituciones democráticas en su conjunto.