


En un movimiento que ha levantado polémica, la Corte Suprema de Chile ha aprobado la adquisición de 22 vehículos Lexus ES300h, con un valor aproximado de $56.990.000 cada uno, para renovar la flota que transporta a los magistrados. Esta decisión, tomada con el objetivo de actualizar los medios de transporte que datan de 2014, ha generado debate en torno al uso de recursos fiscales y la percepción de lujo.
Puntos Claves
La renovación de la flota vehicular de la Corte Suprema con autos Lexus ha abierto un debate sobre la gestión de recursos fiscales y la imagen del poder judicial. Mientras que el Poder Judicial defiende la decisión basándose en criterios de antigüedad y necesidad de renovación, las críticas apuntan a una percepción de gasto excesivo y de prioridades cuestionables. Este episodio refleja el desafío de equilibrar la modernización y eficiencia con la sensibilidad hacia la percepción pública y el uso prudente de los fondos estatales.