Boric asegura que Putín está aliado con ultraderecha. Breve análisis al simplismo del presidente
El presidente de Chile, Gabriel Boric, ha generado controversia al afirmar que Vladimir Putin, líder de Rusia, está aliado con fuerzas de ultraderecha. En un evento reciente en Berlín, Boric criticó la invasión rusa de Ucrania y expresó su “sorpresa” por la percepción de algunos países de América Latina que ven a Rusia como un referente de la izquierda. Esta declaración plantea preguntas sobre la naturaleza de las alianzas políticas de Putin y su coherencia ideológica.
Puntos Claves de la Opinión de Boric
- Condena de la Invasión Rusa: Boric condenó enérgicamente la invasión de Ucrania por parte de Rusia, describiéndola como una violación flagrante del derecho internacional y una acción inaceptable de imperialismo y expansión territorial.
- Malentendido Histórico: El presidente chileno destacó que resulta sorprendente que algunos sectores en América Latina sigan viendo a Rusia como un referente de la izquierda, mientras que en Europa, Putin está más asociado con fuerzas de ultraderecha. Según Boric, esta discrepancia se debe a un “malentendido histórico”.
- Defensa de Principios: En su discurso, Boric subrayó que Chile defiende principios universales, como la justicia y la dignidad humana, y no se alinea ciegamente con ningún gobierno. Chile ha condenado la invasión rusa pese a las reticencias de algunos países amigos.
- Paz y Justicia: Boric enfatizó que la paz debe nacer de la justicia y la dignidad humana, y abogó por un enfoque coherente en las acciones de los estados en la arena internacional.
Breve Análisis del Planteamiento de Boric respecto al “ultra derechista” de Putín
- Simplificación Ideológica: La afirmación de que Putin está aliado exclusivamente con la ultraderecha es una simplificación excesiva. Putin ha demostrado ser pragmático en sus alianzas, colaborando con gobiernos tanto de derecha como de izquierda según convenga a los intereses rusos.
- Conservadurismo Interno: Internamente, las políticas de Putin pueden ser vistas como conservadoras, promoviendo valores tradicionales rusos para mantener el control social y político. Esto no implica una alineación ideológica clara con la derecha o ultraderecha internacional.
- Alianzas Estratégicas con la Izquierda: Históricamente, Rusia ha mantenido relaciones profundas y prolongadas con regímenes de izquierda autoritarios, como los de Venezuela, Cuba y China. Estas alianzas están basadas en intereses geopolíticos y estratégicos, tampoco habría una afinidad ideológica necesariamente. En cualquier caso, la colaboración de Putin con estos regímenes de izquierda es demasiado larga y profunda como para ser ignorada.
- Utilitarismo Político: Las alianzas de Putin con partidos de derecha en Europa se deben más a la conveniencia política y a la intención de debilitar la cohesión de la Unión Europea, beneficiando así a Rusia, que a una verdadera alineación ideológica con la derecha.
- Comodidad en la Clasificación: Etiquetar todo lo que no gusta como “extrema derecha” es una postura cómoda y conveniente, pero no refleja la complejidad de las relaciones internacionales y las motivaciones detrás de las alianzas de Putin. En realidad, el régimen de Putin podría no ser clasificado estrictamente como de izquierda o derecha, sino más bien como un régimen autoritario con intereses pragmáticos. Es probable que en el futuro escribamos un artículo sobre la política e ideología de Rusia.
La declaración del presidente Gabriel Boric sobre la alianza de Putin con la ultraderecha refleja una visión simplificada de las complejas dinámicas geopolíticas y estratégicas en juego. Si bien Putin ha colaborado con partidos de derecha en Europa, sus alianzas con regímenes de izquierda autoritarios son profundas y duraderas. La postura de Boric resalta la necesidad de un análisis más matizado y menos ideológicamente sesgado para comprender plenamente las motivaciones y alianzas de Rusia. También es muy importante que la población no se deje polarizar o manipular bajo discursos simplistas, siempre es bueno ser prudente al referirse a otro países o mandatarios.