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El nuevo gustito ideológico de Boric: dice que Trump “representa todo aquello a lo que me opongo” mientras crecen amenazas para exportaciones chilenas

Ilustración Boric en la India siendo interrumpido por un chileno Imagen generada con IA. Click para ampliar T
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Durante su visita oficial a India, el Presidente Gabriel Boric optó por lanzar duras críticas ideológicas contra Donald Trump, justo cuando el exmandatario estadounidense anunció un alza arancelaria que afectará directamente a productos chilenos. La decisión de escalar un conflicto verbal en vez de concentrarse en proteger los intereses económicos del país ha sido calificada por muchos como un nuevo “gustito ideológico” que podría tener costos reales para los trabajadores y exportadores nacionales.

Puntos Claves:

  • Boric elige el conflicto ideológico con Trump en plena tensión comercial: En una extensa entrevista con el medio The Indian Express, el Presidente Boric declaró que Trump “representa todo aquello a lo que me opongo, criticando su estilo de liderazgo, su relación con las instituciones y su visión del mundo. Estas palabras surgen en medio de una coyuntura especialmente sensible: Trump anunció una nueva política arancelaria que incluye un 10% sobre productos importados desde Chile, lo que podría impactar gravemente a sectores exportadores clave.
  • Declaraciones que descolocan en un momento delicado: Lejos de adoptar una postura diplomática o estratégica, Boric prefirió enfocarse en marcar distancia con Trump, afirmando que “no queremos depender de un solo país, ni especialmente de un solo liderazgo”. Aunque el mandatario intentó presentar esta postura como una estrategia de diversificación, sus declaraciones han sido vistas como innecesariamente confrontacionales y poco oportunas frente a una potencia con la que Chile mantiene un importante tratado de libre comercio.
  • Riesgo directo para los exportadores chilenos: Estados Unidos es uno de los principales destinos para productos chilenos como frutas, vinos, cobre y salmón. El arancel del 10% podría traducirse en pérdidas millonarias para la economía nacional, particularmente en regiones que dependen de las exportaciones. Frente a esto, la respuesta del Presidente fue un ataque verbal que pone en entredicho la capacidad del gobierno para resguardar el interés nacional por sobre sus convicciones personales.
  • Un discurso ideológico en lugar de una estrategia de Estado: Boric sostuvo que Trump “desafía las instituciones, incluida la justicia” y que representa una figura autoritaria y aislacionista. Recalcó que su gobierno cree en la cooperación y los derechos humanos, y afirmó que “ya no dependemos de Estados Unidos”. Sin embargo, esta postura ideológica contrasta con la realidad: Chile sí depende en buena medida del comercio con Estados Unidos, y alejarse de esa relación sin un plan concreto podría ser perjudicial.
  • El contraste con su tono ante Narendra Modi: Curiosamente, mientras Boric arremetía contra Trump, en la misma entrevista elogió la política exterior del primer ministro indio Narendra Modi, destacando su capacidad para dialogar con líderes como Putin, Xi Jinping, Zelenski y el propio Trump. Esta dualidad genera confusión: mientras critica el autoritarismo de Trump, guarda silencio sobre otros líderes de características similares. La falta de coherencia refuerza la percepción de que sus palabras se rigen más por una agenda ideológica que por una evaluación estratégica.
  • Chile como “centro de India en América Latina”: En su visita, Boric expresó que su deseo es convertir a Chile en el principal socio indio en la región. Habló de cooperación comercial, cultural y de defensa del océano Pacífico. También se refirió a aspectos como el yoga y el ayurveda, y señaló que la industria de Bollywood podría encontrar en Chile un socio atractivo. Aunque estas ideas apuntan a la diversificación, no existe hasta ahora un plan concreto o acuerdos relevantes que respalden sus ambiciones.
  • Un llamado a la política nacional que choca con su propio tono: Desde Mumbai, Boric pidió a la política chilena “grandeza, altura de miras y unidad” para enfrentar el escenario internacional. Sin embargo, este llamado resulta contradictorio cuando él mismo eleva el tono del conflicto con un socio comercial clave como Estados Unidos. El contraste entre su discurso interno y su retórica internacional genera dudas sobre la coherencia del liderazgo presidencial.
  • El consejo del “presidente millennial”: En un tono más personal, Boric se dirigió a los jóvenes aconsejándoles “alejarse del celular” y leer más, especialmente historia y poesía. Pareciera que Boric realmente se sintiera un mesías, incluso pudiendo ser un buen consejo, en este contexto específico son palabra banales y desconectadas de la realidad. Sencillamente el puesto no es para ese tipo de consejos, difícilmente podría escoger un peor momento y lugar para esos mensajes.
  • La Subrei intenta controlar daños mientras Boric escala el conflicto: En contraste con las declaraciones presidenciales, la subsecretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Claudia Sanhueza, entregó una señal de continuidad y trabajo diplomático. Informó que en junio se reunirá la comisión administradora del TLC con Estados Unidos, lo que abre una ventana de diálogo. Además, sostuvo que Chile podría incluso beneficiarse parcialmente del cambio arancelario al estar en la “banda inferior” del alza, aunque estas oportunidades dependen en gran medida de una diplomacia eficaz y cuidadosa.
  • Falta de claridad entre lo simbólico y lo práctico: Las declaraciones del Presidente Boric han sido duramente cuestionadas por priorizar la simbología y la ideología por sobre los efectos reales que su discurso puede tener sobre miles de trabajadores y exportadores chilenos. En vez de aprovechar la instancia internacional para reforzar vínculos estratégicos o defender los intereses comerciales del país, optó por un posicionamiento político que puede resultar contraproducente para la economía nacional.

El episodio en India deja una lección preocupante: cuando un Presidente opta por los “gustitos ideológicos” en vez de priorizar los intereses concretos del país, los costos los terminan pagando los ciudadanos. Las palabras pueden sonar bien en una entrevista, pero si afectan el comercio, el empleo y las exportaciones, dejan de ser un gesto simbólico para transformarse en una amenaza real.

El propio viaje se ve afectado con este tipo de declaraciones, si además de la crítica a Trump consideramos los consejos como «leer más» da la impresión que el viaje obedece a un trabajo de imagen que de un fortalecimiento económico. Son gustos ideológicos que desconciertan y pueden afectar en los avances bilaterales con la India.

Es urgente que el gobierno chileno recupere el foco en la gestión práctica y estratégica de sus relaciones internacionales. Las convicciones personales no pueden anteponerse al bienestar económico de millones de personas. En un escenario global incierto, se necesita más pragmatismo y menos protagonismo ideológico.