En un congreso extraordinario, el Comité Central del Frente Amplio ratificó por unanimidad al diputado Gonzalo Winter como su carta presidencial para las primarias de 2025. A pesar de su discurso sobre cambio y futuro, su rol como figura de continuidad del gobierno de Gabriel Boric y la falta de definiciones claras en sus propuestas generan dudas sobre la coherencia de su candidatura.
Puntos Claves:
- Ratificación unánime del Comité Central del Frente Amplio:
El diputado Gonzalo Winter fue proclamado oficialmente como el candidato presidencial del Frente Amplio tras una votación unánime en el Comité Central, con 108 votos a favor y ninguno en contra. La decisión se concretó tras la negativa del alcalde de Maipú, Tomás Vodanovic, a postularse. Winter, abogado y militante con 20 años de trayectoria, representará al bloque en las primarias del oficialismo. - Un discurso plagado de lugares comunes:
La intervención de Winter incluyó frases grandilocuentes y reiteraciones sin profundizar en medidas concretas. Expresiones como “acepto esta candidatura por cuatro motivos: porque quiero a Chile, creo en Chile, me inspira Chile y, lo más importante, me preocupa Chile” destacaron más por su retórica emocional que por su contenido programático, además es una retórica bastante vaga. - Promesas de futuro sin un quiebre con el presente:
Uno de los ejes discursivos de Winter fue la promesa de superar el supuesto “estancamiento” del país. Sin embargo, su rol como representante del Frente Amplio —coalición que lidera el actual gobierno— pone en entredicho esta promesa. La contradicción entre liderar la continuidad del proyecto de Gabriel Boric y prometer un giro hacia una “economía del futuro” no pasó desapercibida. - Críticas al neoliberalismo sin propuestas concretas:
El diputado aseguró que “el neoliberalismo está agotado en Chile y en el mundo”, y cuestionó que “la derecha lleva 40 años ofreciendo la misma receta: bajarle los impuestos a los más ricos”. A pesar de este diagnóstico, no detalló cómo su candidatura enfrentará los desafíos estructurales ni cómo se materializaría ese “cambio profundo” que menciona. - Frases efectistas con poca sustancia:
Durante su discurso, Winter repitió ideas sin agregar nuevos elementos, apelando a un tono emocional más que a un enfoque técnico o programático. Expresiones como “haré todo lo que esté a mi alcance para estar a la altura de la ancha y larga tarea que me han encomendado” o “me siento profundamente emocionado por el tremendo honor y desafío que han puesto sobre mi espalda” refuerzan la percepción de una candidatura con exceso de forma y escaso fondo. - Repetición de ideas sin desarrollo argumental:
En varios pasajes, el diputado volvió una y otra vez a temas como la desigualdad, la frustración social y la injusticia estructural, sin aportar diagnósticos nuevos ni propuestas distintas. Dijo que “hace 200 años, todavía se premia el lugar donde naciste” y que “en el caso de las mujeres, nacer en esta ciudad (Santiago) o en otra comuna puede significar un cambio de expectativas de vida de 18 años”, sin vincular estas afirmaciones con políticas públicas específicas. - Incoherencia discursiva sobre el “estancamiento”:
Resulta llamativo que Winter critique el supuesto estancamiento del país mientras representa la continuidad de una administración que no ha logrado responder a las expectativas de transformación que prometió. Esta postura refuerza las dudas sobre su real capacidad de liderar un cambio efectivo o si se trata, más bien, de un intento por mantener el mismo rumbo con un nuevo rostro. - Enfoque en los jóvenes, pero sin estrategias claras:
Winter dirigió parte de su mensaje a la juventud chilena, afirmando: “A los jóvenes chilenos tenemos que ofrecerles, en vez de una pistola, una vida mejor. Si no somos capaces de cuidarlos, el narco nos los va a arrebatar de las manos”. Sin embargo, la intervención careció de propuestas específicas para enfrentar la violencia o mejorar las condiciones de vida de los jóvenes. - Candidatura como parte de una estrategia oficialista más amplia:
La nominación de Winter se enmarca dentro de la búsqueda del Frente Amplio por consolidar su liderazgo dentro del bloque oficialista y dar continuidad a la agenda de transformaciones impulsada por Boric. Su candidatura se suma a otras figuras como Carolina Tohá (PPD), Jaime Mulet (FRVS), Vlado Mirosevic (PL) y Alberto Undurraga (DC), mientras que el PS y el PC aún no definen sus cartas presidenciales.
La proclamación de Gonzalo Winter como candidato presidencial del Frente Amplio refleja el intento del bloque por proyectar continuidad y renovación a la vez, una combinación que, hasta ahora, genera más preguntas que respuestas. Su discurso, cargado de frases emocionales y diagnósticos repetidos, deja en evidencia una falta de definiciones claras sobre cómo enfrentar los problemas estructurales del país. En un contexto político marcado por la desafección ciudadana, los gestos vacíos, repetir frases o retóricas antiguas y la falta de contenido corren el riesgo de profundizar aún más la distancia entre los políticos y la ciudadanía.