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Vergüenza internacional: Presidente Boric llena de palabrería la Asamblea General de la ONU, no respeta el tiempo asignado y le apagan el micrófono

Ilustración personeros de la ONU haciendo facepalm Imagen generada con IA. Click para ampliar T
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El Presidente de la República, Gabriel Boric, se presentó una vez más en la Asamblea General de las Naciones Unidas, esta vez en el marco de la Cumbre del Futuro, donde lanzó duras críticas al funcionamiento de la ONU y pidió un cambio en las “reglas del juego”. Sin embargo, más allá de sus fuertes palabras, su discurso expone la debilidad de un gobierno que, tras casi tres años en el poder, parece más enfocado en ofrecer retórica que en exhibir resultados concretos.

Puntos clave del discurso

  • Crítica a las potencias mundiales: Boric arremetió contra Estados Unidos y Rusia por el uso del veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, argumentando que este mecanismo obstaculiza resoluciones clave en conflictos bélicos y humanitarios, como el caso de Palestina. Si bien este tipo de crítica no es nueva, Boric la abordó desde una posición idealista, exigiendo una reforma institucional profunda. Sin embargo, sus palabras carecieron de propuestas concretas sobre cómo alcanzar ese cambio, en un foro donde las resoluciones de este tipo enfrentan una fuerte resistencia política.
  • Una ONU desfasada en el tiempo: El mandatario chileno sostuvo que las Naciones Unidas fueron diseñadas en un mundo que ya no existe, haciendo referencia a la diferencia entre el contexto de 1945 y el actual 2024. Pese a esta observación válida, la insistencia en reformar una estructura tan compleja como la de la ONU puede parecer desconectada de las preocupaciones inmediatas y concretas que su gobierno enfrenta en Chile, como la creciente crisis de seguridad o la falta de avances en reformas clave.
  • Un llamado al multilateralismo: Boric defendió el multilateralismo como camino para resolver los problemas globales, un discurso que repite en casi todas sus intervenciones internacionales. Sin embargo, la falta de respaldo en la arena diplomática y el poco interés de otros líderes mundiales por seguir su propuesta limitan el impacto de su mensaje. En un contexto global donde líderes como Lula da Silva y Andrés Manuel López Obrador se han distanciado de un liderazgo efectivo en la región, la voz de Boric parece aún más aislada.
  • Una agenda interna desconectada de los foros internacionales: Mientras Boric busca reposicionar su figura en el ámbito internacional, en Chile su gobierno atraviesa serias dificultades. Las reformas tributaria y de pensiones, pilares de su gestión, han encontrado escollos insalvables, y la crisis de seguridad ha erosionado su popularidad. En su discurso de 2022, Boric se refirió al proceso constituyente y a la derrota del plebiscito, pero ahora, sin grandes avances en estos temas, su intervención carece de fuerza.
  • Un cierre en consonancia con la infinita retórica: En sus palabras finales, Boric no respeta tiempo asignado y le apagan el micrófono:

Video real obtenido de Redes Sociales/Fuente externa

La desconexión entre las palabras y los resultados

En su tercer viaje a la ONU, Gabriel Boric no tiene grandes logros que destacar. En lugar de presentar avances en las reformas prometidas o en la crisis de seguridad, se refugia en discursos idealistas sobre democracia y derechos humanos. En 2022, su intervención estuvo marcada por la esperanza de una nueva Constitución, pero tras el fracaso del proceso constituyente y el incierto camino del actual, Boric parece haberse quedado sin mensaje.

El fracaso en la conmemoración del quincuagésimo aniversario del golpe militar en Chile es otro ejemplo de su desconexión con la realidad política. Su gobierno, dominado por tensiones internas con el Partido Comunista y la falta de consenso para una reflexión nacional unificadora, no pudo estar a la altura de las expectativas.

En definitiva

A pesar de su habilidad para el discurso, Gabriel Boric enfrenta un panorama complicado tanto a nivel internacional como interno. Su mensaje en la Cumbre del Futuro, aunque lleno de ideales y principios loables, carece de la fuerza que proporciona una gestión efectiva con logros concretos, también es llamativa la actitud evangelizadora, nos gustaría tratar este asunto en un futuro artículo.

En cualquier caso, vivimos en un contexto mundial donde las palabras no bastan, Boric corre el riesgo de ser percibido como un líder que habla mucho, pero que entrega poco. A medida que se acercan sus últimos años de mandato, el desafío no es solo criticar el sistema internacional, sino mostrar resultados tangibles que respalden su visión. En caso contrario, su legado corre el peligro de ser recordado más por las promesas que por los cambios logrados.