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El CAE llega a su fin: Todo lo que necesitas saber sobre el nuevo sistema de Financiamiento Público para la Educación Superior (FES)

Ilustración fin del CAE o Crédito con Abal del Estado Imagen generada con IA. Click para ampliar T
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Esta mañana, el presidente Gabriel Boric, en un evento realizado en Estación Central, presentó oficialmente el proyecto de Ley de Reorganización y Condonación de Deudas Educativas, que incluye el nuevo sistema de Financiamiento Público para la Educación Superior (FES), poniendo fin al Crédito con Aval del Estado (CAE). Este proyecto busca aliviar la carga de miles de personas endeudadas y crear un sistema más justo para los futuros estudiantes. Aunque se espera que este cambio traiga grandes beneficios, no está exento de críticas y dudas.

Puntos claves del anuncio:

  • Nuevo sistema FES: Financiamiento sin deuda inmediata: El nuevo FES permitirá a los estudiantes cursar sus carreras sin pagar aranceles durante sus estudios. En lugar de ello, deberán retribuir un porcentaje de sus ingresos una vez que se hayan insertado en el mercado laboral, con un máximo del 8% de su salario mensual. Aquellos que ganen menos de $500 mil mensuales estarán exentos de pagar, lo que representa un alivio significativo para los sectores más vulnerables. Este sistema elimina la necesidad de recurrir a la banca privada, lo que Boric destacó como un avance clave hacia un financiamiento más justo y libre de especulación financiera.
  • Condonación de deudas y reorganización: El proyecto de ley ofrece condonaciones parciales o totales para deudores del CAE, Fondo Solidario y créditos Corfo. El porcentaje de condonación dependerá de la situación de cada deudor, considerando factores como el cumplimiento de pagos y si lograron finalizar sus estudios. Para quienes aún tengan deuda restante tras la condonación inicial, el gobierno permitirá la reestructuración de sus pagos con cuotas proporcionales a sus ingresos. También se incluyen beneficios tributarios para quienes ya han saldado sus deudas, reconociendo el esfuerzo que han hecho para cumplir con sus compromisos financieros.
  • Fin del CAE y adiós a la banca privada: Con el FES, los bancos ya no serán intermediarios en el financiamiento de la educación superior, lo que elimina los intereses comerciales que tanto han sido criticados en el sistema actual. Ahora, será el Estado quien administre el financiamiento, lo que según el presidente Boric, garantizará un sistema más equitativo y sostenible en el tiempo.
  • Gratuidad para el 90% de los estudiantes: El sistema FES está diseñado para cubrir los estudios del 90% de los estudiantes sin que ellos tengan que pagar durante el transcurso de su carrera. Solo el 10% de los estudiantes pertenecientes a los hogares con mayores ingresos deberán asumir un copago, que cubrirá la diferencia entre el arancel regulado y el arancel real de la institución. Esta medida, según el gobierno, asegura que solo quienes tienen la capacidad económica para hacerlo asuman parte del costo de sus estudios.

Críticas e incertidumbres:

A pesar de las promesas y beneficios esperados, el proyecto no está exento de críticas. Diversos sectores, incluyendo exautoridades y expertos en educación, han expresado preocupación sobre el impacto que el nuevo sistema podría tener en las universidades y sobre el financiamiento a largo plazo.

  • Impacto en las universidades privadas y públicas: Algunos críticos, como el exministro de Educación Raúl Figueroa, han advertido que el nuevo sistema podría llevar a una “fijación de precios” en las universidades, lo que pondría en riesgo la sostenibilidad financiera de las instituciones, particularmente aquellas con aranceles más altos. La preocupación es que el Estado impondrá aranceles regulados que no cubrirán los costos reales de muchas universidades, afectando su capacidad para mantener la calidad educativa y para financiar sus proyectos de desarrollo. Esta fijación de precios podría generar tensiones con las universidades, ya que muchas temen que se reduzca su capacidad para ofrecer la diversidad de programas y la flexibilidad financiera que actualmente manejan. Además, podría verse afectada la autonomía de las instituciones para gestionar sus recursos de manera independiente.
  • Dudas sobre el financiamiento a largo plazo: Otro aspecto que ha generado incertidumbre es cómo se financiará el nuevo sistema a largo plazo. El ministro de Hacienda, Mario Marcel, señaló que el impacto fiscal será menor que el del CAE, ya que los beneficiarios del FES contribuirán con un porcentaje de sus ingresos para financiar a futuras generaciones. Sin embargo, algunos economistas han advertido que el costo inicial de implementar este nuevo sistema podría ser elevado, y aún queda por ver cómo se administrará este fondo a lo largo del tiempo. Asimismo, queda la duda de si el nuevo sistema será capaz de cubrir a todos los estudiantes de forma equitativa, especialmente a medida que la demanda por educación superior crece. Muchos se preguntan si el financiamiento público será suficiente para asegurar la calidad educativa sin recurrir a nuevos ajustes fiscales o a restricciones en el acceso.

El proyecto de ley que pone fin al CAE y establece el sistema FES representa un cambio trascendental en el financiamiento de la educación superior en Chile. Promete aliviar a miles de deudores y ofrecer una alternativa más justa para las futuras generaciones, eliminando la participación de la banca privada y asegurando que los estudiantes no se endeuden durante sus años de estudio.

Sin embargo, persisten críticas sobre el impacto que tendrá en las universidades y el financiamiento a largo plazo. El éxito de este proyecto dependerá en gran medida del debate que se realice en el Congreso y de la capacidad del gobierno para responder a las preocupaciones sobre la sostenibilidad del sistema. Boric ha asegurado que su propuesta es un paso importante hacia una educación más justa y accesible, pero el camino hacia su implementación no está exento de desafíos.