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Estrategia de Victimismo: A Pesar de Estar Imputado por Acoso Sexual, Boric y Vallejo Buscan Deslegitimar la Denuncia

Ilustración hombre mostrando teléfono a amigos en Magallanes Imagen generada con IA. Click para ampliar T
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El caso de Gabriel Boric, presidente de Chile, quien enfrenta una denuncia por acoso sexual, ha generado intensas críticas hacia el Gobierno y su estrategia de defensa. En un escenario donde el mandatario ostenta la calidad de imputado, las declaraciones de la ministra vocera, Camila Vallejo, han levantado cuestionamientos sobre el uso de un discurso que prioriza el victimismo por sobre la transparencia y la búsqueda de justicia.

Puntos claves:

1. La calidad de imputado y la polémica judicial:

El fiscal nacional, Ángel Valencia, confirmó que Boric es imputado en la denuncia presentada ante la Fiscalía Regional de Magallanes. Aunque la investigación se mantiene bajo reserva, esta designación ha generado inquietud. Si bien tener la calidad de imputado no implica culpabilidad, el hecho resalta la gravedad del caso, demandando un enfoque más serio y menos centrado en narrativas defensivas.

2. El discurso del victimismo:

La defensa de Boric ha hecho énfasis en presentarlo como víctima de un “acoso sistemático”. Este argumento, liderado por su abogado Jonatan Valenzuela y reforzado por Vallejo, busca deslegitimar la denuncia de la mujer. Aunque es legítimo exponer antecedentes relevantes, el excesivo énfasis en esta postura podría interpretarse como una estrategia para desviar la atención de los hechos denunciados y desacreditar a la denunciante. Esto es más evidente al notar que el gobierno evita confirmar o negar si Boric compartió o no fotos con terceros.

3. La falta de acciones legales como táctica:

Vallejo confirmó que el presidente no emprenderá acciones legales contra la denunciante, argumentando que esto podría “complicar” la situación. Este enfoque, que podría percibirse como prudente, también ha sido criticado por parecer calculado para evitar una mayor exposición pública. La falta de una defensa activa genera sospechas sobre los motivos detrás de esta decisión, considerando la importancia de enfrentar acusaciones de esta magnitud con claridad.

4. Teoría del Inspector Vallejo:

José Miguel Vallejo, conocido como el Inspector Vallejo, planteó una teoría que sugiere un trasfondo más profundo en la relación entre Boric y la denunciante. Según su análisis, los mensajes enviados por la mujer dejan entrever posibles eventos traumáticos en su pasado asociados a la relación con Boric. Aunque esta hipótesis no tiene evidencia comprobada, destaca la importancia de no desestimar la denuncia sin una investigación exhaustiva. Esto es solo una teoría más de carácter especulativa, aunque daría consistencia y explicación a la denuncia que formalmente se mantiene bajo reserva.

5. Contradicciones con la agenda feminista del Gobierno:

El caso pone en entredicho el compromiso del Gobierno con los principios feministas que han sido bandera de la administración Boric. Al descalificar la denuncia y priorizar la narrativa del presidente como víctima, se corre el riesgo de enviar un mensaje contradictorio sobre la defensa de las mujeres y la seriedad con la que se toman las acusaciones de acoso sexual.

6. El manejo comunicacional del caso:

El Gobierno esperó más de un mes desde que la denuncia fue presentada para hacerla pública. Este retraso ha sido objeto de críticas, ya que sugiere un intento de controlar la narrativa antes de exponerse al escrutinio público. Además, las declaraciones de Vallejo, que califican la denuncia como “sin sustento”, alimentan la percepción de que se busca desacreditar a la denunciante en lugar de facilitar una investigación transparente. Además al gobierno no le corresponde desestimar la investigación.

7. Implicancias políticas y sociales:

El impacto de este caso trasciende lo judicial. La figura de Boric, como presidente y líder político, enfrenta un desgaste significativo. La estrategia basada en el victimismo puede ser percibida como una forma de evadir responsabilidades y socava la confianza en la institucionalidad y en la defensa de los derechos humanos.

Una estrategia de defensa de alto riesgo y costo

El manejo del caso Boric expone fallas tanto en la estrategia comunicacional del Gobierno como en su compromiso con los valores que públicamente promueve. Mientras la investigación avanza, resulta esencial que tanto la defensa del presidente como las autoridades judiciales actúen con máxima transparencia y rigor. El uso de narrativas de victimismo, aunque efectivo para controlar el daño político inmediato, erosiona la confianza en la justicia y en el liderazgo presidencial, esta estrategia además amplificaría el daño en caso de que existiera algún grado de responsabilidad en el acusado por acoso o difusión de imágenes sin consentimiento. La sociedad chilena merece un enfoque responsable que priorice la verdad y la equidad, por encima de intereses políticos o personales.