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Histórico aumento de secuestros en Santiago: crecen un 28% y superan a los homicidios por primera vez en la Región Metropolitana

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Durante una actividad oficial en Santiago, el fiscal regional Héctor Barros advirtió un preocupante incremento del 28% en los casos de secuestro en la Región Metropolitana al comparar los primeros semestres de 2024 y 2025. Por primera vez, este tipo de delito ha superado a los homicidios en ciertos periodos, generando alarma entre las autoridades y marcando un cambio en las dinámicas del crimen organizado en la capital.

Puntos Claves:

  • Aumento del 28% en los secuestros durante el primer semestre de 2025: El fiscal regional Metropolitano Sur y coordinador del Equipo Contra el Crimen Organizado y Homicidios (ECOH), Héctor Barros, informó que la cantidad de secuestros en la Región Metropolitana creció un 28% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
  • Cambio en la proporción entre homicidios y secuestros: Tradicionalmente, la relación era de 80% homicidios y 20% secuestros. Sin embargo, en junio de 2025 la proporción cambió a 60% homicidios y 40% secuestros, lo que Barros calificó como un fenómeno inédito en los últimos años.
  • Semana crítica con un secuestro diario: El fiscal detalló que hubo una semana en junio donde se registró un secuestro cada día y ningún homicidio, lo que evidenció un cambio drástico en las tendencias criminales de la región.
  • Secuestros cada vez más violentos: Barros advirtió que muchos de estos delitos no se limitan a la privación de libertad, sino que incluyen lesiones, torturas y, en algunos casos, terminan en homicidios.
  • Caso Gonzalo Montoya: El secuestro del exalcalde de Macul, Gonzalo Montoya, puso el tema en agenda. El hecho fue vinculado a redes de prostitución y posible explotación sexual infantil. Aunque la investigación es reservada, Barros reiteró los riesgos del comercio sexual en Chile y la manera en que las organizaciones criminales aprovechan estos espacios para extorsionar.
  • Otros casos recientes:
    • San Bernardo: Un joven fue secuestrado tras estacionar su BMW en el centro de la comuna. Fue trasladado con una capucha en la cabeza, golpeado, y luego abandonado en La Pintana. Reconoció a uno de sus secuestradores como un excompañero de colegio, quien fue detenido.
    • Estación Central: Un comerciante de Lo Valledor fue raptado por ciudadanos venezolanos. La persecución terminó en un accidente fatal en la Alameda, que involucró al equipo de seguridad presidencial. Los secuestradores fueron formalizados por robo con intimidación y tenencia ilegal de armas.
  • Vínculo con crimen organizado y bandas extranjeras: El informe de la Fiscalía Nacional reveló que el 27% de los secuestros del año pasado estuvieron ligados a organizaciones criminales. Uno de cada cuatro fue cometido por extranjeros, principalmente venezolanos. Se identificó una transición del perfil de las víctimas, desde miembros delictuales a civiles vinculados a nuevos “mercados” ilegales.
  • Bandas adaptativas y en expansión: Barros recalcó que las organizaciones criminales, como el Tren de Aragua, se adaptan constantemente al entorno y exploran nuevos nichos delictivos. “Lo que siempre buscan son los mercados ilegales”, señaló, refiriéndose al desplazamiento de estos grupos hacia delitos como la extorsión mediante secuestro de consumidores del comercio sexual.
  • Alza sostenida en la última década: A nivel nacional, la cantidad de secuestros pasó de 361 en 2013 a 850 en 2023, lo que representa un alza del 135%. Del total de secuestros cometidos en la última década, el 48% ocurrieron en Santiago.

El alza de secuestros en la Región Metropolitana refleja una mutación preocupante en las lógicas delictuales, marcadas por una sofisticación de las bandas criminales que ahora apuntan a víctimas más diversas, incluyendo consumidores del comercio sexual. Las cifras entregadas por el fiscal Barros no solo encienden las alertas, sino que también evidencian la necesidad de reforzar las capacidades investigativas y la protección de la ciudadanía.

La gravedad de los hechos, sumada a su frecuencia y violencia, genera un profundo impacto social. Las víctimas de estos delitos muchas veces quedan marcadas física y psicológicamente. Frente a este panorama, la respuesta del Ministerio Público y de las policías será clave para frenar esta preocupante tendencia.